Todos hemos jugado alguna vez al amigo invisible. Ahora que estamos en plenas fechas navideñas parece que necesitemos una excusa para encontrar un detalle y regalárselo a alguien, a veces sin ninguna pista ni orientación.
En Torreforta se armaron de valor, pusieron muchas facilidades y se graduaron en la organización del amigo invisible para celebrar el intercambio de regalos «más grande del mundo», o así lo publicitaban. Al mediodía de este viernes, unas 60 personas de toda Tarragona, sobretodo niños y niñas, se citaron ante el Centre Cívic y la Biblioteca Pepita Ferrer para regalarse libros de segunda mano, en muchos casos sin conocerse. Un gran éxito de daba alas a la lectura y a la imaginación.
Aquellos interesados en regalar y ser regalados se habían apuntado días atrás en una base de datos. Los nombres de los participantes se sortearon y repartieron con una sola instrucción: sus edades. Con esta pista debían buscar un libro en su estantería, envolverlo, regalarlo y esperar que gustara. Un amigo invisible cultural, sostenible e intergeneracional en toda regla.
Esta es la gracia
«Te llega un nombre, un apellido y una edad y tú te tienes que hacer una idea sin saber nada más, esta es la gracia del amigo invisible», explicaba Emma Rusterazo, una de las participantes. Le había tocado regalar a un niño de 10 años, y a cambio, a ella le habían llegado tres libros: narrativa corta, policíaca y deportes. Ser una lectora desde pequeña la ayudó a encontrar un buen libro infantil para su amigo ‘visible’. «Me parece una idea genial de revivir la biblioteca y el hábito de la lectura entre los más pequeños», decía Emma.
Entre todos los participantes, destacaron las familias de dos, tres y cuatro miembros que participaban en el juego. Lucas Tingle y Sara López, hijo y madre, llegaban «con nervios» por si el título escogido gustaría. «Ha sido muy fácil encontrar un libro porque en casa tenemos muchos y este libro seguro que le gustará», afirmaba el joven Lucas. Si además de regalar un libro de segunda mano, uno se lo ha leído, es un éxito asegurado, porque un libro no está preparado para leerse una sola vez y quedarse en la estantería.
Para la madre de Lucas, el amigo invisible multitudinario es «la mejor excusa para fomentar la lectura, la comunidad y el juego», con el aliciente de no saber quién te puede tocar: es el amigo más ‘invisible’ y aleatorio de todos, desde el alcalde a tu propia vecina.
Conocer vecinos
El acto fue amenizado en directo por la presentadora Laura Rovira, que iba llamando los participantes mientras se repartía coca con chocolate. El amigo invisible sirvió, también, para conocer vecinos. Fue el caso, por ejemplo, de Antoni Sempere y Badia El Maadi Bentour, que se ven a menudo por la biblioteca del barrio y se regalaron mutuamente. «Fue fácil porqué me imaginé una persona de educación y edad diferente a la mía, por eso le he regalado un libro de viajes», explicaba Antoni, mientras que Badia reconoce que chafardeó a su amigo y supo que le gustaba la cocina. «En la época de internet es importante tener iniciativas para volver a coger los libros y de bajo coste», pedía ella.
Un amigo invisible que, sin importar si se trataba del más grande del mundo o no, está llamado a quedarse en las fechas navideñas por la aceptación positiva del público y el retorno que da a nivel cultural y social para Torreforta y para toda la ciudad.
