«Voy a darlo todo». Luis César fue claro. Sabe que está aquí para pelear por el ascenso al fútbol profesional y ha venido a Tarragona porque ha sido el Nàstic el que ha tocado a su puerta. En su presentación, el de Vilagarcía de Arousa fue claro: «Si fuese otro club el que me hubiera llamado, a lo mejor no habría venido». Incluso añadió que habría fichado «aunque el equipo estuviera peleando por no descender»: «Si el Nàstic me llama y siento que me necesita, yo vengo». Una idea que repitió en diversas ocasiones durante una conferencia en la que dejó claro que ha estado siguiendo al equipo durante estos meses.
¿Le han pedido el ascenso a Luis César, que viene con contrato hasta final de temporada y un año más? Se limitó a contestar que ha venido «a conseguir lo que se pueda». En su tercera etapa en el club grana, lo que sí que admitió es que viene con ganas de hacer tabula rasa en algunos sentidos: «Yo no soy el mismo que hace veinte años, igual que algunos jugadores que yo tuve, como Joan Oriol o Alberto Varo, tampoco son iguales ahora».
Empezar (casi) de cero, pero conociendo el club y por sorpresa: el técnico admitió que no se esperaba la llamada del director deportivo del Nàstic, Javi Sanz: «Fue un impacto y tuve que pensarlo; no sé si lo vais a creer, pero a lo mejor si no es el Nàstic no vengo, porque una de las cosas que me pido para venir es que no vea una puerta fría; y aquí sé el terreno que piso porque conozco a la afición, conozco a los dirigentes, conozco lo que rodea al club... y ese cariño que le tengo al Nàstic, al escudo y a lo que he vivido aquí ha sido para mí una parte importante».
Deberes hechos
El gallego viene con las notas tomadas, ya que aseguró que ha estado estudiando al conjunto grana en los últimos meses, durante los cuales su nombre ya había planeado sobre el banquillo del Nou Estadi. «Con lo cual, conozco y no conozco. He visto todo del Nàstic: cómo se ganó en Amorebieta, cómo se empató en Zamora, cómo se ganó al Zamora aquí, cómo se perdió en Andorra, cómo se ganó en Vigo...».
Sin embargo, apuntó que «nadie conoce mejor el huerto que quien lo cultiva; y yo no he cultivado este huerto; he visto los partidos y he analizado los resultados». «Hoy he empezado a conocer el huerto, el aroma de las flores, la química de los jugadores, y ahí los empiezo a sentir y empiezo a evaluarlos por su fútbol y por su manera de competir».
Acerca de la situación del equipo fuera de casa, remarcó que «habrá un montón de indicadores que expliquen por qué el Nàstic es el decimoquinto equipo fuera de casa. Lo analizaremos. Y habrá algo que explique por qué el Nàstic no gana a domicilio desde el 1 de febrero». Pero añadió que «todo es mucho más complejo que simplemente decir que ganamos en casa y no ganamos fuera».
El técnico no quiso esconder que los lazos personales y emocionales de Dani Vidal con el vestuario «han tenido un impacto, pero ellos saben que es fútbol y que los entrenadores vienen y van, en el momento es doloroso, pero la plantilla también sabe que, llegado el momento, hay que ser pragmático: tenemos un escudo, tenemos unos intereses y tenemos que ir a matar porque el bien de los jugadores es el bien del club».
«Estoy muy feliz»
«Estoy muy feliz de estar aquí otra vez; vine hace más de veinte años y quién me iba a decir a mí que ahora volvería a estar aquí, pero para mí es una gran satisfacción volver a estar cerca del Nàstic y de sus aficionados», manifestó el gallego. Y con ese ánimo dirigió su primer entrenamiento al frente de la plantilla.
«Tengo que buscar un gran impacto en los jugadores»
«Mi principal objetivo hoy era que el entrenamiento saliera bien, y creo que así ha sido. El siguiente objetivo es que me salga bien el próximo entrenamiento, ya que no puedo obsesionarme con el resultado, sino que debo centrarme en el proceso», subrayó Luis César, que durante su primera jornada testeó a su nueva plantilla.
¿Cómo va a jugar este Nàstic?
A la hora de desgranar su plan, el gallego lo resumió con cuatro ingredientes para conseguir los resultados deseados: «Agresividad, compromiso, fuerza mental y energía».
La fuerza mental será especialmente importante en esta carrera de dos partidos que quedan para que termine la liga: «Tengo que buscar un gran impacto en los jugadores y cuidar todos los detalles que afectan a su rendimiento; quedan dos partidos y es lo que hay».
«Nadie conoce mejor el huerto que quien lo cultiva; y yo no he cultivado este huerto»
Poniendo el foco en el ámbito táctico, puso sobre el tapete cuatro momentos del partido: «Cuando tienes el balón en campo propio, cuando lo tienes en campo contrario, cuando defiendes en campo propio y cuando defiendes en campo contrario».
A partir de ahí, y sumando a la ecuación el balón parado, la receta del gallego pasa por acumular pelota, ser agresivo en campo rival y ser sólido atrás, que por otra parte es lo que la práctica mayoría de los entrenadores busca hoy en día.
«Creo que tengo las herramientas para construir lo que yo quiero y lo que soñamos; los futbolistas son buenos jugadores y, entre todos, vamos poco a poco», argumentó. En la primera batalla, este sábado en Segovia ante la Gimnástica Segoviana, Luis César está convencido de que su mano ya va a tener efecto sobre el verde.
