Un cerebro en la pista y en el despacho

Kiko Alabart. Fue uno de los jugadores de hockey más destacados en los años 80y principios de los 90. Hoy es un alto ejecutivo de Estrella Galicia en La Coruña

06 junio 2020 10:15 | Actualizado a 14 junio 2020 17:21
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De la calle Sant Joan de Reus es originario Kiko Alabart (1959), un defensa minucioso, disciplinado y cerebral en la pista de juego y todo un talento en los despachos como alto ejecutivo. Alabart se convirtió en referencia hockística de los años 80 y principios de los 90. Vistió dos camisetas preciadas por su tradición y nómina de títulos. Debutó a los 17 años con el Reus Deportiu y lució en el mejor Liceo de la historia durante cinco cursos (1984-89). Estrechó tantos lazos en A Coruña que hoy convive como un gallego más en la ciudad sin ocultar su faceta ganxet. Allá por dónde pisa ha logrado crear arraigo. «Aquí, uno de los lemas es que en A Coruña nadie se siente forastero. Siempre me he encontrado cómodo».

El hockey patines le sirvió a Kiko no sólo para mostrar sus capacidades deportivas, también para entablar relaciones que en el futuro iban a contar con un significado crucial. En su ciclo como jugador liceísta conoció a la que hoy es su mujer, Dori, hija del expresidente de la Federación Española de Patinaje y también del Deportivo, Antonio González. «A Antonio lo conocía de mi paso por la selección y cuando llegué a La Coruña, cada viernes quedábamos para comer», recuerda el reusense, totalmente adaptado a la vida del norte.

De su pasión por el hockey no existen sospechas. Sigue vinculado a él en muchos ámbitos. Por ejemplo, en el de formación. Lidera la estructura deportiva del colegio Compañía María desde hace 12 años. De esa cuna de talento han emergido figuras relevantes del presente. Las más actuales, el joven jugador del Reus Pablo del Río, y el propio hijo de Kiko, Ignacio Alabart, internacional y figura efervescente del poderoso FC Barcelona. Ignacio ha heredado en sus genes el compromiso por el deporte que mostró su padre. Reside en Barcelona junto a su hermana Lucía, que se encuentra cursando sus estudios. El hockey patines se mantiene como motor familiar indiscutible.

«Creo que como jugador de hockey viví los mejores momentos de la historia de este deporte. Sólo hay que ver la cantidad de gente que venía a los pabellones a ver los partidos. Ahora es distinto, aunque creo que Ignacio va a ganar más títulos que yo», refleja con cierto orgullo.
La ocupación laboral de Kiko Alabart ha culminado su trayecto. Cuando en 1994 decidió colgar los patines, aceptó el reto de involucrarse en el proyecto del sector corporativo de Caixa Galicia. Lo hizo en el ámbito inmobiliario y del Fitness, en Termaria Casa del Agua. Realizó una labor exitosa como alto ejecutivo que le abrió puertas en futuros desafíos. Por ejemplo, el actual. En concreto, aporta su talento como director general de Hijos de Rivera, un holding de Estrella Galicia. Lo hace desde 2011 y expande todo el mercado del grupo en Asia. 

Probablemente Estrella Galicia e Inditex dominen ahora mismo el panorama empresarial en A Coruña, una ciudad que se ha convertido en un escenario cosmopolita, impulsado por la energía profesional de la gente joven. Kiko ha sobrevivido al paso del tiempo con su capacidad para comandar proyectos ambiciosos. Aquel jugador racional ha trasladado sus virtudes al mundo empresarial.

De su Reus conserva los amigos de siempre y el romanticismo familiar. Vuelve cuando puede y no olvida esas raíces que le llevaron a conquistar el templo del Palau d’Esports y a los hinchas rojinegros. Preciado logro.
 

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