La producción de avellana crece alrededor de un 30% respecto el año pasado

El calor y la sequía han hecho avanzar un par de semanas la cosecha de la avellana. Empezó a mediados de agosto y la previsión es que la campaña se alargue hasta finales de este mes de septiembre, comenta el responsable de la fruta seca de Unió de Pagesos, Sergi Martín. En cuanto a la calidad, es buena «al no haber tenido ninguna incidencia destacable de plagas», mientras que la cantidad producida recupera los valores «normales». Todavía no hay cifras definitivas, pero el sector calcula que podría ser entre un 60 y un 80% de una cosecha habitual. Es decir, superior a lo que se venía haciendo estos dos últimos años entre un 20 y 40%. Y es que, como recuerda Martín, «venimos de dos años muy malos», en los que la producción era inferior al 50%.

Aunque las cifras finales puedan ser bastante buenas, el responsable de la fruta seca de Unió de Pagesos puntualiza que la producción ha sido distinta en función de la variedad. Es decir, mientras que las italianas han producido bastante, las autóctonas han bajado. Otra variante es la localización del cultivo: en el Baix Camp, donde el riego ha estado garantizado, no ha habido problemas. Distinto ha sido en el Priorat, sin riego, «y donde no hay casi cosecha»; o en la zona de la Conca de Barberà, «donde la helada ha hecho mucho daño». Pero estas áreas no son las más productoras, por lo que, en la cifra global, no acaba afectando en exceso.

En cuanto a las tormentas de estas últimas semanas, Sergi Martín relata que no han supuesto un problema para el producto. «No han hecho daño» porque «la tierra estaba muy seca», pero sí que podría acabar afectando si sigue lloviendo en los próximos días, dice.

La parte más negativa de la campaña es el precio del producto. «No cubre los gastos», denuncia Martín, en un año en el que los productores han tenido que asumir el encarecimiento de elementos básicos, como los productos fitosanitarios, los carburantes o la electricidad. Pero todo ello no se ve reflejado en el precio. Esta semana, la Llotja de Reus ya ha marcado los precios de referencia, que oscilan en función de la variedad. Según detalla Martín, la Negreta, por ejemplo, está a 2 euros la libra, mientras que la Giovanni, a 1,62. «El problema son los operadores», apunta Martín.

Como comunicó el sindicato esta misma semana, «los precios ofertados chocan con lo que fija la Ley de la cadena alimentaria y, si no se revierte la situación, el sindicato no descarta convocar acciones». El responsable de la fruta seca de Unió de Pagesos asegura que emprenderán acciones legales y prevén posibles movilizaciones, «pero más adelante. Ahora estamos en plena cosecha», recuerda. Admite que no tiene esperanzas de que la problemática sea solventada, pero «no nos quedaremos de brazos cruzados.

Además, destaca la mala situación del sector, «con cada vez más tierras abandonada porque los mayores se jubilan y muchos jóvenes quieren dejarlo» por falta de incentivos.