El sector de la hostelería lleva un mes cerrado: «Va a ser complicado seguir así mucho tiempo»

El sector de la hostelería cumple ya un mes cerrado y teme que su regreso se alargue y las medidas restrictivas a las que tendrá que someterse a su vuelta

19 abril 2020 19:30 | Actualizado a 20 abril 2020 07:26
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El sector de la hostelería ha sido uno de los principales damnificados del coronavirus. Esta pandemia ha obligado a cesar su actividad de manera total e inesperada a todos los bares y restaurantes. Los ha puesto en jaque y lo peor, no se sabe cuándo volverán a estar abiertos. Lo que sí se sabe es que este sector será uno de los últimos en regresar a su actividad normal y que con casi total seguridad será uno de los más castigados. Ya llevan un mes sin generar ingresos y el horizonte no es esperanzador.

No estamos hablando de un sector baladí para el desarrollo de la economía nacional. Hay cifras que lo reafirman. Se trata de un sector que da empleo a más de 1,7 millones de trabajadores. Sin embargo, la realidad es cruda y el futuro se vislumbra con pesimismo. El sector hostelero ya estima que su facturación este año podría verse reducida en un 40%, lo que implicaría también una reducción del personal hostelero. A partir de Semana Santa se suele iniciar las fechas en las que más se ingresa, pero este año no será así y lo más peligroso es que en verano se podría abrir pero con unas medidas restrictivas que incluirían la reducción de aforo entre ellas.

Al ciudadano tampoco le resulta fácil ver cómo le han arrebatado su lugar de socialización por excelencia. El café, la cerveza, el refresco, la copa de vino… ahora se toma en casa. Hay quienes utilizan las videollamadas para reemplazar las típicas quedadas para tomar algo, pero la única realidad es que sin el escenario resulta imposible mantener la esencia.

Muchos lo primero que piensan que harán cuando pase el confinamiento total será ir a tomar una caña al bar, pero no resultará tan fácil ante las medidas que impondrá el gobierno para ir volviendo a la normalidad de manera paulatina. De eso no hay fecha, pero sí existen certezas de que bares y restaurantes cuando abran lo harán bajo controles estrictos de aforo. ¿Habrá que entrar con mascarilla? ¿Un metro de distancia entre clientes? ¿Las mesas están más separadas que de costumbre? Estas son muchas de las preguntas que se hacen propietarios y clientes del sector hostelero. No son cuestiones baladí.

"Esto nos coge con las arcas vacías"

Javier Escribano, presidente de la Associació d'Empresaris d'Hosteleria de Tarragona Ciutat, no rehuye de que la preocupación en el sector hostelero es evidente a raíz de la crisis del coronavirus. Restaurantes y bares ya llevan cerrados más de un mes y su regreso se va a dilatar todavía más en el tiempo.

Santi es cocinero en el Bar Cortijo situado en Sant Pere i Sant Pau. Un negocio al que le ha dedicado toda su vida. Ya son muchos días sin pisar un establecimiento que forma parte de su día a día: «Cuesta creerlo, después de 42 años de negocio, pero ya me he hecho a la idea». Algo tan simple como levantar la persiana cada mañana se ha convertido en un acto que añora con fuerza estos días cargados de añoranza. «Lo que más echo de menos es la rutina que marca unas pautas de vida que parecen duras en el día a día, pero que ahora se echan en falta».

«Preocupan las directrices que se van a tomar en un negocio como el nuestro»
Santi Masegosa - Bar Cortijo

Son muchos los clientes que pasan cada día por un bar, por lo que lógicamente no mantiene contactos con todos ellos, pero sí con algunos: «La clientela es muy extensa, pero sí que hablo con los más habituales mediante las redes sociales». Algunos son clientes de otros países y le preguntan cómo está la situación en España, aunque algunos también aprovechan para pedir algunos secretos culinarios del Bar Cortijo: «El otro día el hijo de una familia de Estados Unidos me pidió una receta de pollo con vermut que le había gustado mucho», explica Santi.

El futuro es incierto y no se sabe cuándo va el sector hostelero va a volver a la actividad, aunque ni siquiera vaya a ser la normal. Esto no ayuda a tranquilizar a unos negocios que han visto cómo su temporada de mayor ingresos está en jaque: «Va a ser complicado seguir así mucho tiempo porque muchos bares, restaurantes y negocios en general van a tener que endeudarse o cerrar por completo».

Se habla de que cuando los bares y restaurantes vuelvan a abrir lo harán bajo unas condiciones de seguridad nada habituales en recintos que suelen congregar a mucha gente. Mascarillas, distancia entre personas, aforo reducido… Una serie de medidas que no termina de convencer a los dueños de estos negocios: «Preocupan un poco las directrices que se van a tomar en un negocio como el nuestro, que es muy pequeño y que solo funciona cuando está lleno de gente. Si un bar no se llena, no se factura», recalca el dueño del Bar Cortijo.

«Casi no duermo. No paro de darle vueltas a la cabeza en busca de alguna solución»
Mauricio Utano - Empresario hostelero de Cambrils

40.000 euros perdidos

Para Maurizio Utano, empresario de Cambrils con raíces en Italia, la pandemia está resultando devastadora. Dispone de dos pizzerías (Stromboli) y un asador argentino en la villa marinera y el parón por el confinamiento le ha perjudicado de forma drástica a nivel económico. Entre otras cosas, porque ya ha perdido una parte de los beneficios de la temporada turística, la Semana Santa. «He dejado de ganar unos 40.000 euros, ten en cuenta que debo de pagar tres alquileres por los locales y eso repercute en casi 100.000 euros anuales», afirma el empresario, con claros síntomas de preocupación.

Mauricio tiene a su disposición a 10 trabajadores y ha necesitado ejecutar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para poder afrontar los sueldos y subsistir, por lo menos de momento. «Llevo unos días que casi no duermo. No paro de darle vueltas a la cabeza para encontrar alguna solución a todo esto. Además de los gastos de empresa tenemos los nuestros a nivel familiar, con hipoteca y todo lo demás, y ahora mismo no sé qué vamos a hacer». En este sentido, cree que «el Estado no está ayudando en nada. Dice unas cosas que luego no se traducen en realidades. Necesitamos que nos amparen, porque la solución que nos dan es que nos endeudemos todavía más».

Para el sector de restauración en Cambrils y la de Costa, la pérdida de la temporada turística significa la pérdida prácticamente de todo un año de facturación. Las medidas que los locales van a tener que tomar cuando se levante el estado de alarma es otro de los aspectos que preocupan a Utano. «Ya hemos perdido la Semana Santa, si nos dicen que tenemos que limitarnos a la mitad del aforo, imagínate las pérdidas económicas que eso implica», reafirma el empresario.

La hostelería se prepara para enfrentarse a una crisis económica que ya está padeciendo. Son nuevos tiempos y este sector tendrá que adaptarse con celeridad a ellos. Eso sí, cuando se les permita volver a la actividad.

Comentarios
Multimedia Diari