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La atípica verbena de Sant Joan de este año ha dejado en la demarcación de Tarragona 86 intervenciones de los bomberos –un 21,8 por ciento menos que el 2019-, 14 asistencias en CAPs y hospitales relacionados con elementos pirotécnicos y un detenido por una agresión sexual en Cambrils.
En general, la noche fue mucho más tranquila que en pasadas ediciones. Aun así, los bomberos efectuaron 86 intervenciones: 12 asistencias técnicas, 37 para sofocar incendios de vegetación (un 17,7 por ciento menos que el 2019), 28 para apagar incendios de vehículos y de viviendas (-33,3%), nueve para efectuar salvamentos (-35,7%). La comarca con más actividad fue el Tarragonès con 27 servicios, uno más que en el Baix Camp, seguida por Baix Penedès con 22.
Este año, no hubo ningún incidente relevante. Destacan los incendios de contenedores, como los habidos en la avenida De l’ermita de la Mare de Déu de la Roca de Mont-roig, al lado de la Escola Pau Casals de El Vendrell, en el barrio de Sant Salvador de este municipio o en unos soterrados de la calle Salvador Espriu. En cuanto a incendios de vegetación, ardieron 100 metros cuadrados en el Camí de Cupons de Maspujols y unos árboles detrás del Reus Ploms. También sofocaron una hoguera en la calle Itàlia de El Montmell.
En el conjunto de Catalunya, los Bombers de la Generalitat realizaron entre las ocho de la tarde del martes y las ocho de la mañana de ayer 709 servicios, la mayoría (445) a partir de medianoche. La cifra representa un 39,7 por ciento menos que la verbena de hace un año, cuando se tuvieron que atender 1.175 avisos.
En centros sanitarios
Un total de 142 personas recibieron asistencia en los hospitales y CAPs de Catalunya, una cifra que representa un descenso del 42 por ciento respecto a 2019. La mayoría de las asistencias fueron por quemaduras, lesiones/amputaciones y afectaciones ocupares producidas a causa de las hogueras y los petardos.
De las personas atendidas, once los fueron en el Camp de Tarragona y tres en las Terres de l’Ebre.
Por lo que respecta al Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), atendió a 208 personas con patologías relacionadas con la verbena, lo que representa un descenso del 22 por ciento sobre el año pasado. Este año fueron 120 por intoxicaciones, 58 por agresiones, 19 por accidente de tráfico y 11 por quemaduras. No hubo ninguna por afectación ocular.
De las 120 intoxicaciones, once fueron en el Camp de Tarragona y tres en Terres de l’Ebre; de las agresiones fueron cuatro y una, respectivamente; y en accidente de tráfico uno y dos.
En la costa
A pesar de que muchas playas estaban cerradas, algunos ciudadanos se saltaron la prohibición y montaron hogueras en la arena, como ocurrió en la playa de Sant Salvador, en El Vendrell. Personas de más de 50 años increparon y gritaron a la Policía cuando acudió, mostrando su desacuerdo con la normativa. Pero en la capital del Baix Penedès, la mayoría de personas se quedaron en los paseos –controlados por bastantes efectivos policiales– y solo algunos pocos se saltaron las vallas para ir a la arena.
Las playas
Precisamente, el hecho de que no se pudiera acceder a la playa provocó también una estampa insólita la noche de Sant Joan: los trenes que paraban en la estación de Calafell procedentes de Barcelona iban vacíos. El alcalde de la localidad, Ramon Ferré, se felicitó por lo bien que había ido todo y especialmente «a las personas que han pasado la noche más corta del año con responsabilidad, con precaución, con respeto hacia los demás, con respeto a las especies protegidas, con respeto a la naturaleza y con civismo (...) Pero la realidad ha superado, incluso, a mis expectativas».
En parecidos términos se manifestaba el concejal de Seguretat Ciutadana de Cunit, Xavier Lorenzo, quien remarcó que «la ciudadanía ha disfrutado de la Revetlla de Sant Joan y ha demostrado responsabilidad y civismo a la hora de respetar las normas preventivas que habíamos acordado».
En Torredembarra, la Policía Local realizó controles de alcoholemia y cinco conductores dieron positivo: dos por vía penal y tres por administrativa. Los agentes acudieron a un accidente con daños materiales en el mobiliario urbano, aunque cuando llegaron al lugar, el vehículo había huido. Fue localizado después en la calle Conca de Barberà y el conductor dio una tasa de 0,49. Finalmente, a las cinco de la madrugada ha habido una pelea entre más de 30 personas en el puerto, aunque cuando han llegado los efectivos policiales ya no quedaba nadie.
En muchos municipios se mantuvieron las hogueras y se siguió con la tradición de la llegada de la Flama del Canigó. Y en Rodonyà, al no poder hacer verbena en el vía pública, el Ayuntamiento repartió una botella de cava por casa.
