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El Juzgado de Instrucción número 1 de Tarragona tiene en su haber el informe de Mossos d’Esquadra relacionado con la explosión de gas en el restaurante Koyo de la Rambla Nova. En él se concluye que el propietario del restaurante (actualmente está cerrado) y un técnico contratado para reparar una fuga están imputados (actualmente se llama investigados) por ser los presuntos autores de un delito de lesiones.
Aquella tarde de domingo 16 de octubre, el día que se jugaba un Real Madrid-Barça de fútbol, se produjo una explosión de gas poco antes de las 16 horas en este restaurante situado en el número 26 de la Rambla Nova, a pocos metros del Balcó del Mediterrani.
La explosión causó siete heridos, dos peatones que pasaban por delante de la cristalera del local (que terminó reventada por la onda expansiva) y cinco empleados del restaurante. Todos ellos fueron atendidos por el SEM y derivados a los hospitales y recibieron el alta en 24 horas.
Sin embargo, nadie mencionó a un octavo herido en esta explosión. Precisamente, el técnico imputado por el delito de lesiones. Esta persona, de la cual no se han dado de momento más detalles, se habría provocado quemaduras en el cuerpo justo en el momento de intentar arreglar la zona sellada por una fuga de gas. El herido se marchó a casa y esquivó a los sanitarios del SEM con el fin de que nadie supiera que alguien había tocado la llave precintada. Llave de gas que había sido sellada horas antes por técnicos de la compañía distribuidora: Naturgy.
Mossos declina dar detalles de la investigación realizada y señala que hay dos imputados y que el caso está en manos del Juzgado. Las mismas fuentes señalan que aunque el informe está en el Juzgado, se sigue analizando información por si hubiera datos relevantes que complementen este informe
La fuga de gas y su manipulación
La explosión que hubo en la tarde de aquel domingo de octubre pudo haberse evitado. Ese mismo día por la mañana, ya se detectó una anomalía en la cocina del restaurante. De hecho, se avisó a la compañía distribuidora, Naturgy, y un técnico oficial encontró el origen de aquella olor a gas: había una fuga en una tubería de la cocina del restaurante.
Ante el riesgo alto por deflagración o explosión, el técnico precintó la llave, dejando para otro momento (era domingo) los trabajos de substitución de la zona afectada por la fuga.
Sin embargo, en el informe se apunta que el propietario habr´ñia llamado a un técnico (independiente) para que reparara el problema y así poder reanudar la actividad del restaurante. Posiblemente, en estos trabajos hubo el chispazo que provocó la explosión de gas en el local.
El caso está ahora en manos del magistrado del Juzgado de Instrucción número 1 de Tarragona que debe decidir el siguiente paso de este caso, donde hay dos personas investigadas por un delito de lesiones por imprudencia.
