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La licitación de un estudio de alternativas para la restitución de la presa del embalse de El Catllar cogía por sorpresa a la empresa Repsol, que desde finales de los años setenta mantiene la concesión del espacio. «No teníamos ningún conocimiento de este estudio y jamás hemos manifestado la voluntad de dejar de utilizar el agua del Gaià, entre otras cosas porque es una reserva estratégica para la compañía», apuntaba el responsable de Comunicación y Relaciones Públicas de Repsol en Tarragona, Pep Bertran.
La compañía así se lo expuso el pasado viernes al director de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), Samuel Reyes, después que este organismo dependiente de la Generalitat abriera un concurso público para estudiar la viabilidad de rebajar la presa o su eliminación. En el pliegue de cláusulas que acompaña esta convocatoria se asegura que «el titular de la estructura, que es la empresa Repsol, ha manifestado su intención de dejar de utilizarlo como fuente de agua para la refrigeración de la refinería».
La empresa defiende que ahora mismo esta reserva es «estratégica» por si en algún momento surge algún problema con el suministro del CAT. Asimismo, también afirma que a medida que pueda incrementarse el consumo de agua regenerada que produce Aitasa podría abrirse una alternativa. «Estamos abiertos a hablar y a escuchar, tal y como pasó en su momento con el caudal ecológico, lo que permitió que al final pudiéramos llegar a un punto de encuentro», añade Bertran.
Sobre al respecto, la ACA apunta que «tenemos constancia de que la empresa hace una apuesta firma para incrementar el uso de agua regenerada y por la preservación del medioambiente». Por este motivo, está previsto que «en los próximos meses nos reunamos con ellos para ver sus necesidades y las mejoras medioambientales que pueden llevarse a cabo».
La agencia defiende que el estudio que ahora está en fase de licitación deberá definir «todas las posibilidades» y, a partir de ahí, podrán abordarse las soluciones «más viables» y «consensuadas» con todos los implicados.
El objetivo de este trabajo es mejorar la conectividad fluvial del río Gaià garantizando que los regantes puedan seguir captando el agua necesaria y evitando que esto incremente el riesgo de inundabilidad, especialmente en el tramo final del río. Y las opciones que se contemplan van desde reducir las dimensiones de la presa a su deconstrucción.
El embalse se construyó en el año 1975 y tiene unas dimensiones de 79 metros de altura por 387 de ancho. En un primer momento se construyó como elemento para almacenar el agua, aunque posteriormente incluso llegó a plantearse que podría servir como reserva de agua del Ebre, para mandarla a Barcelona, por lo que se hizo un recrecimiento, aumentando su capacidad hasta los 59,4 metros cúbicos. Desde la construcción de la refinería, Repsol se hizo con su gestión, aunque la custodia de este entorno la hace la organización medioambiental La Sínia, que ve con buenos ojos esta propuesta de restitución.
por ciento de su capacidad tiene ahora mismo el embalse de El Catllar según datos actualizados
de la ACA
