Las palomas, esas pequeñas aves grises y azuladas que nos acompañan en nuestros paseos ya sea en la Rambla Nova o la Part Alta, Tarragona en general, están empezando a proliferar de forma evidente en nuestro entorno. Y esto empieza a entrañar diversos problemas: a nivel económico, puesto que el Ajuntament de Tarragona invierte buena parte del presupuesto en eliminar lo que ensucian, como también a nivel de salubridad.
Algunas de ellas portan parásitos como pulgas, garrapatas y piojos y se les relaciona con hasta 60 enfermedades, como la salmonelosis, la clamidiosis o la alveolitis alérgica, entre otros. Sus excrementos son ácidos y mediante reacciones químicas llegan a desintegrar cemento y hormigón, deteriorando gravemente el resto de materiales constructivos. Además, si alguna de sus deposiciones está infectada por los hongos ‘cryptococcus’, pueden generar enfermedades pulmonares en humanos.
Asimismo, la acumulación de excrementos, plumas, trozos de nidos… facilitan el bloqueo en desagües y canalones que en muchos casos pueden llegar a obstruir el paso de agua, provocando inundaciones y goteras.
Desde Sedesa, empresa de control de plagas, explican que “son considerados animales muy inteligentes que acaban por dominar el entorno. Y además, sus depredadores naturales han desaparecido. Las palomas se han acostumbrado a nuestras pequeñas trampas caseras, como los brillos de los CD’s o las decoraciones con búhos u otras aves”.
En la periferia acostumbran a anidar en las salidas de humos y otros tubos de gran capacidad, provocando que las personas que viven en esos edificios acaben respirando, en ocasiones, un aire lleno de restos de ácaros, microbios y piojos.
“Incluso en edificios abandonados encontramos palomas kamikazes –apuntan desde Sedesa-. Una de ellas suele sacrificarse por el grupo, golpeándose contra cristales para abrir espacios en los que el resto se pueda colar y acomodarse en la zona”.
La modificación del habitad, el salvavidas ecológico
Aunque los Ayuntamientos elaboren sus planes y tratamientos, a nivel particular existen soluciones poco invasivas con estos animales, pero que permiten mantener más limpios nuestros hogares y empresas.
Por si se lo preguntan: sí, existe posibilidad proteger edificios, comercios, comunidades, naves, etc. sin dañar a los animales, ni interferir directamente sobre estos.
¿Cómo conseguir ahuyentar a estos animales de nuestras comunidades sin depender de los Ayuntamientos? Sedesa habla de una interesante alternativa limpia, respetuoso con los animales, con un impacto mínimo sobre el entorno urbano y con una eficacia más que comprobada en los 40 años de experiencia de la empresa: el sistema Smart de redes.
Se trata de envolver la estructura afectada de tal manera que no se dañe la estructura ni la imagen y que al mismo tiempo impida que las palomas se posen en la zona y así se evitan los daños que estas aves pueden llegar a ocasionar. Evidentemente existen muchos métodos y muchos de ellos tecnológicos, pero la solución más simple suele ser la más eficiente.
Este elemento, se encuentra instalado en diversos edificios, comunidades, locales comerciales e industrias de nuestra ciudad y ofrece una protección 24/7 sobre los lugares donde se instala el sistema. EL sistema consigue ahuyentar a las aves sin que sufran o comporte un problema para ellas: la paloma no queda atrapada, sencillamente se marcha al no poder aposentarse ni anidar, evitando así sus agresivas heces Y RESTOS. Con la implantación de las redes tampoco alteramos la estética del edificio, ya que visualmente pasan desapercibidas. De esta manera, se cuenta con la garantía de que ese espacio está protegido de manera inteligente y con respeto al entorno y los animales.