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    En busca del equilibrio entre la actividad turística y la protección de la posidonia

    Los ayuntamientos de la Costa Daurada impulsan varias acciones de conservación de esta planta marina, mientras se debaten entre retirar o no las hojas muertas que llegan a las playas

    07 julio 2022 20:39 | Actualizado a 08 julio 2022 07:39
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    Lejos de ser un indicador de suciedad, como muchas veces se piensa, la presencia de restos de posidonia en las orillas de nuestras playas es una señal de la buena calidad de las aguas. Esta planta marina, endémica del Mediterráneo, se considera el gran pulmón de nuestro mar y los expertos destacan que genera más oxígeno que toda la selva del Amazonas. Sin embargo, cada temporada de verano, la llegada de los restos de hojas a las orillas causa cierto malestar entre los bañistas. Su presencia implica grandes beneficios para el ecosistema marino que le rodea y para las propias playas y es por ello que los ayuntamientos de la Costa Daurada están cada vez más concienciados y dedican mayores esfuerzos a la conservación de la posidonia.

    La presencia de esta planta se extiende prácticamente por toda la línea de costa, aunque la actividad humana de forma intensiva genera un impacto muy negativo. Los emisarios submarinos que arrojan las aguas depuradas mar adentro, la instalación de balizas que delimitan las zonas de baño cada verano y el fondeo de barcos recreativos son los grandes enemigos para la supervivencia de la posidonia. Es por ello que la mayor muestra de praderas las encontramos en el Espacio Protegido del Litoral Meridional Tarragoní, que forma parte de la Xarxa Natura 2000 y que comprende ámbitos marinos de Mont-roig y Miami Platja y L’Hospitalet de l’Infant, además de L’Ametlla de Mar.

    Es precisamente en estos municipios donde existe una mayor conciencia medioambiental con su litoral. En L’Hospitalet de l’Infant existen tres grandes praderas de posidonia, frente el Port en el espigón de la playa del Arenal, en la zona sur del Arenal y en Cala Bea. En este punto se ha producido uno de los grandes éxitos en la recuperación de esta planta. Fruto de un proyecto conjunto con la URV, en 2020 se instalaron una serie de biótopos ecológicos con esquejes de posidonia.

    Un caso de éxito único

    Un año y medio después, alrededor del 40% de estas plantas lograron sobrevivir. Se trata del segundo punto de toda la geografía española donde este experimento ha resultado exitoso, lo que abre la puerta a la esperanza de recuperar este elemento natural en otras zonas.

    Por otra parte, al tratarse de una área protegida, todos los servicios de playa se deben instalar de una forma respetuosa con el entorno. «Hemos desplazado la ubicación de canales y parques acuáticos de temporada y el balizamiento de las zonas de baño se hace respetando las praderas con anclajes ecológicos para que tengan una afectación mínima», expone Sílvia Carrillo, técnica de turismo de L’Hospitalet de l’Infant. Asimismo, el Ayuntamiento ha instalado seis boyas de fondeo respetuosas con el fondo marino para evitar que los barcos tiren el ancla frente a la Cova del Llop Marí.

    Carrillo detalla que «hemos puesto muchos esfuerzos en la protección pero también en la pedagogía, porque la gente hasta hace poco veía la posidonia como suciedad o como algas. Al contrario, actúa como filtrante y no se encuentra en playas que no tengan aguas de calidad». En este sentido, el Ayuntamiento ha instalado cartelería informativa en los paseos marítimos y también trabaja directamente a pie de playa con los agentes de calidad que se han formado en la importancia de esta planta y brindan información a los bañistas.

    Cambrils ha sido otro de los municipios que más se ha implicado en la protección de sus praderas de posidonia. Hace cuatro años el consistorio realizó una cartografía marina de todo el litoral para poder detectar la presencia de estas plantas. Tras la experiencia exitosa de L’Hospitalet, el pasado mayo se instalaban seis biótopos marinos junto a la URV para proteger las especies marítimas, entre las playas del Cavet y de l’Esquirol. «Es la primera reserva marina en condiciones que tiene Cambrils», señalaba el concejal de Serveis Generals i Medi Ambient, Josep Maria Vallès.

    Alianza con Ibiza y Denia

    Otra de las últimas acciones del municipio ha sido la alianza con Ibiza y Denia para impulsar el proyecto ‘Vive la posidonia’ y optar a los Fondos Europeos Next Gen del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. El fin principal es conseguir el presupuesto de 1,5 millones de euros para preservar y poner en valor las praderas de posidonia situadas en las playas de los tres municipios. Entre las acciones que se prevén ejecutar está la identificación con cartografía de los espacios con posidonia visitables, implicar a los agentes turísticos en la difusión, realizar material divulgativo, hacer jornadas de sensibilización o la creación de un centro virtual de posidonia. «Significará un antes y un después en el tratamiento y divulgación de la posidonia como ente de calidad de nuestras aguas», dijo el alcalde de Cambrils, Oliver Klein, el día que presentaron la alianza.

    Respecto al tema de la presencia de restos de posidonia en las playas, desde el consistorio cambrilense apuntan que, tras cada temporal, los operarios las retiran de la arena. Por el contrario, el Ayuntamiento de Salou defiende la búsqueda de mecanismos para permitir la convivencia entre estas plantas y los usuarios de las playas.

    De este modo, en episodios puntuales, no se lleva a cabo ninguna acción y se espera que el mar se las lleve. Sin embargo, cuando se producen grandes acumulaciones, los restos de hojas muertas se recogen y trasladan a un terreno municipal, para cuando finalice la temporada, volver a recolocarlas en las playas y que hagan su función de fijar la arena y frenar la erosión de playas y calas. Sobre este tema, el alcalde de Salou, Pere Granados, defiende que «tratamos de forma sostenible la posidonia que se acumula en las playas para que no suponga una molestia para los bañistas; aunque es importante que nos concienciemos de que la zona litoral es un medio ambiente natural y vivo; no sólo un activo de la oferta recreativa».

    Retirada solo en temporada

    Por su parte, el concejal de Playas de Salou, Pedro Madrona, detalla que desde la empresa concesionaria de la limpieza del litoral «se programa un servicio de retirada gradual y respetuosa con el medio, sólo en temporada de baño. El resto de meses del año no se actúa, para preservar el litoral».

    En la zona norte de la Costa Daurada también encontramos playas con praderas de posidonia. Es el caso de la playa Punta d’En Guineu, en Roda de Berà, donde el consistorio ya ha anunciado que se mantendrá hasta que se haga la aportación de arena necesaria para consolidar la entrada a la playa. La decisión del ayuntamiento va en la línea de sus acciones ante este elemento marino, puesto que, tal y como explica Jaume Soler, técnico de Medio Ambiente, «en la zona de la Masia Blanca, muy cercana a El Vendrell, la posidonia hace de alimento natural de los peces y van a reproducirse allí». Roda incluso tiene prohibida la pesca de caña en esa zona.

    «En determinados momentos del año, como ahora, la posidonia cambia las hojas y las corrientes marinas las llevan hasta la línea de costa», explica Soler. Es por eso que en esta época las vemos acumuladas en la arena, lo que «ejerce de barrera y hace de protección de la propia playa, especialmente de las que sufren mucha erosión». Una de las malas creencias que corren alrededor de la posidonia es su insalubridad. «Esto no es así», aclara Soler: «la posidonia es solo un resto natural del mar y además, tiene muchísimo yodo, por lo que es muy desinfectante. En ella no crecen ni virus, ni bacterias».

    Mientras, en el Espacio Natural de Els Muntanyans, en Torredembarra, los restos de posidonia, que se ven en forma de bolas de esparto (las raíces) y cintas de unos 2 centímetros de ancho (las hojas) se mezclan con otra planta superior, la cimodocea.

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