Se llamaba Vince, pesaba dos toneladas y tenía cuatro años. Es el primer rinoceronte blanco abatido a tiros por cazadores furtivos en un parque zoológico de Europa. El enorme cuerpo del delito fue descubierto el martes por la mañana sin el mayor de sus dos cuernos, el móvil de la salvajada. El cuerno de rinoceronte vale más que su peso en oro en el mercado negro internacional. Se le atribuyen propiedades terapéuticas y afrodisíacas. Cuerno de la abundancia en una especie amenazada de extinción.
El inédito caso ha ocurrido en el zoo de Thoiry, a 50 kilómetros al oeste de París. A su reserva africana, que se visita en coche, el ejemplar de rinoceronte blanco había llegado en marzo de 2015 procedente de Arnhem (Holanda), donde había nacido a finales de 2012. En el marco de un programa de intercambios entre zoológicos europeos, Vince vino acompañado por Bruno, otro macho de 5 años, para intentar la fecundación de Gracie, de 37, la única hembra del parque francés.
Durante la noche del lunes al martes unos intrusos irrumpieron en la cabaña del trío una vez forzada la verja exterior del zoo tras su cierre al público. Con un arma de grueso calibre, provista de silenciador, dispararon tres tiros a la cabeza de Vince. Cuando el animal se desplomó muerto, serraron con una motosierra su cuerno principal, de 20 centímetros, y se lo llevaron. El segundo cuerno, más pequeño, quedó parcialmente cortado. O se les estropeó la máquina o temieron verse sorprendidos.
