Un monólogo que pone en escena la belleza poética de la muerte, de la locura y las enfermedades mentales a través del personaje de Flora que, a modo de flashback, vuelve desde su tumba hasta el psiquiátrico, donde es internada contra su voluntad, para intentar encontrar su redención y la del mundo a través de la poesía.
En este contexto acontece Grito de Mujer entre los Muertos, una performance en la que Fuensanta López -afincada en Amposta desde 2017- aúna teatro, música y danza butoh, y que ha creado a partir de poemas, cartas y fragmentos de diarios de la escritora argentina Alejandra Pizarnik. La actriz presentará mañana domingo, 28 de enero, la propuesta en el Obrador Espai de Creació (18.30 h) de Deltebre, donde ha realizado la residencia artística. La entrada es gratuita.
Grito de Mujer entre los Muertos también destaca por el espacio sonoro que ha creado el músico Josep Vidal
Sobre qué le llamó la atención de la autora dice que «una identificación con el sentido de la vida, del dolor, de poder hacer de la herida poesía y de la intensidad con la que vivió la vida a pesar de los problemas que tuvo». Asimismo, ensalza que «Pizarnik luchó por su identidad a pesar de las imposiciones sociales de la época en la que le tocó vivir».
Pizarnik luchó por su identidad a pesar de las imposiciones sociales de la época en la que le tocó vivir
Entonces, de su poesía destaca que «la escritora argentina escribe con mucha profundidad y melancolía, además de jugar con los contrastes de la vida: luces y sombras; vida y muerte; amor y desamor...».
Con todos estos ingredientes, Fuensanta López -que asume la dramaturgia, dirección y escenografía- estrenará este poema escénico en tres actos: ‘Resurrección’; ‘Sólo vine a ver el jardín (Sala de psicopatología)’ y ‘El poema se abre’.
«El monólogo pone en escena la belleza poética de la muerte, la locura y las enfermedades mentales, a través de textos de la autora, extraídos de su poesía completa, sus diarios y las cartas que envió a familiares, amigos y conocidos del mundo de la cultura durante toda su vida», detalla la actriz, quien, después de una intensa labor de investigación, «ha creado un puzle con el que armar la escenografía, a la vez que he hallado otros resortes en canciones y sonidos».
He creado una atmosfera atemporal que no pertenece a una época concreta
De esta manera, describe Fuensanta López, «he creado una atmosfera atemporal que no pertenece a una época concreta; se trata de un espacio onírico y en el que tienen presencia los ausentes, porque creo que nuestros muertos siempre nos acompañan, ya sean familiares, amigos o personas referentes». En este momento, cobra protagonismo la japonesa danza butoh, también conocida como la danza de la oscuridad, de la sombra y lo desconocido. «Fue creada después de la Segunda Guerra Mundial en reacción a las bombas atómicas sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki», rememora la actriz, quien a través del movimiento «quiero traer a los ausentes a la vida».
El monólogo Grito de Mujer entre los Muertos también destaca por el espacio sonoro que ha creado el músico Josep Vidal, artísticamente conocido como Aluet. «Ha compuesto la banda sonora, lo que contribuye a engrandecer y enriquecer el proyecto; de hecho, mañana me acompañará en directo junto a su hijo Marc Vidal a la viola», detalla la actriz. Concretamente, Josep Vidal ha creado melodías minimalistas, ritmos electrónicos, notas temblorosas, silencios sostenidos y resortes populares, que se entrelazan con la danza, la acción y la palabra en una alquimia perfecta para que se produzca el acontecimiento casi místico y ceremonial del Grito de Mujer entre los Muertos.
