¿Recuerdan aquel baño en 1966 del entonces ministro de Información y Turismo del régimen franquista, Manuel Fraga, en Palomares? Lo hizo –bueno, eso es otro tema– para demostrar que aquella playa no estaba contaminada, después de que dos aviones estadounidenses colisionaran sobre Almería, dejando por el camino cuatro bombas termonucleares.
Ninguna de ellas detonó, pero sí que liberaron una considerable cantidad de residuos nucleares en la zona. Bueno, pues el jefe de Gobierno de Nueva Delhi, Arvind Kejriwal, parece dispuesto a emularle: ha prometido que se bañará en el contaminado río Yamuna que atraviesa la capital india antes de las elecciones regionales de 2025, como garantía de que lo limpiará antes.
El político indio parece ser más valiente que nuestro Fraga y él sí que se bañará en el Yamuna, un río que transporta a diario casi 3.000 millones de litros de aguas residuales, de los cuales 900 millones no reciben tratamiento. Su estado –el del río, digo– es especialmente preocupante a su paso por Nueva Delhi, donde en marzo presentó un nivel de 430.000 unidades bacterianas coliformes por 100 mililitros de agua, cuando el nivel deseado por las autoridades es de 500 unidades.
«Os he prometido que me daré un baño en el Yamuna con vosotros», aseguró Kejriwal durante una conferencia de prensa. No sé quiénes conformaban ese «vosotros», pero mucho me temo que el bueno de Kejriwal no contará con muchos amigos ese día. Una lástima que Fraga ya no esté entre nosotros; hubiera sido un gran compañero de baño.
