Putin y el 22 de junio de 1941

El camarada presidente de Rusia, Vladimir Putin, ex agente de la odiada KGB soviética, debe ser un buen lector de Maquiavelo
 

28 marzo 2022 05:30 | Actualizado a 28 marzo 2022 08:27
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El camarada presidente de Rusia, Vladimir Putin, ex agente de la odiada KGB soviética, debe ser un buen lector de Maquiavelo. Por eso, mientras la Unión Europea reunía a sus numerosos socios para discutir qué bofetada le daban al moscovita, y Estados Unidos aseguraba que fulminaría a los rusos, y la OTAN enviaba unos cuantos soldados y aviones a las Repúblicas bálticas, la masa del ejército ruso, perfectamente conocida y situada en los linderos de Bielorrusia y Ucrania, descargaba todo su potencial sobre la desventurada llanura ucraniana.
Putin, buen lector de la historia rusa, recordaría sin dudas lo que ocurrió aquel domingo, 22 de junio de 1941. Aún no había nacido, pero ha debido sacar sus consecuencias. 

No me voy a alargar en los muchos escritos posteriores.

El viernes, 20 de junio, seis aviones alemanes habían traspasado la frontera soviética a la 6 de la tarde, y se volvieron tan contentos a sus bases. Aquella tarde, el teniente general Kuznetsov informó de que los alemanes estaban retirando las barreras de alambradas en la frontera en la carretera de Augustov-Seini. En la retaguardia nazi se veían constantes llegadas de tropas y servicios;  su artillería estaba en posición de tiro según ha escrito el general ruso  I.V. Boldin.

Quizás en estos momentos, ya está preparado el gobierno títere que secunde las órdenes de Moscú. Y la ONU se enfadará muchísimo con él

¿Qué estaba pasando entre la Alemania de Hitler y la Rusia de Stalin? ¿No existía un Tratado de no-agresión firmado en agosto de 1939?... Pero, como ahora Putin, Hitler ya estaba preparando – desde meses atrás – la invasión de la URSS.  Y Putin seguía hablando o escuchando impertérrito los mensajes de todo el mundo, como Hitler, que ordenó la invasión, declarando la guerra dos horas y media después del comienzo de las hostilidades. Solo el primer día los rusos perdieron 1,200 aviones, mientras tres millones de soldados alemanes barrían toda la frontera desde el Báltico hasta el Mar Negro y en ese mismo Oeste que hoy llamamos Ucrania, en la bolsa de Beialystok-Slonim caÍan 150.000 prisioneros rusos y en la de Minsk otros 300.000. 

El mariscal S.S. Biriuzov, en 1961, escribía que «en el momento de su pérfido ataque contra nuestro país, la Alemania de Hitler tenía ya preparado un completo ejército regular para llevar a término la invasión, concentrado en las fronteras de la Unión Soviética…».

Sí, pérfido ataque, califica el mariscal ruso, como el cometido el 24 de febrero de 2022 contra un país democrático, pero que no pertenece a ningún grupo que le apoye. Quizás en estos momentos, ya está preparado el gobierno títere que secunde las órdenes de Moscú. Y la ONU se enfadará muchísimo con Putin

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