Recuerdos del 23F y Tarragona

Manuel de la Torre Pascual, en contacto con Milans, fue coronel en el Regimiento de Tarragona

19 mayo 2017 20:10 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:34
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Hoy se cumple el 35 aniversario del afortunadamente fallido intento de golpe de Estado en España, también conocido como 23F, tramado por algunos mandos militares. Es, pues, buen momento para la reflexión y el recuerdo histórico, con la objetiva perspectiva que ofrece el inexorable transcurso del tiempo y con algunos de sus directos protagonistas fallecidos. Y lo voy a hacer desde un ángulo, posiblemente poco conocido, que guarda relación directa con un jefe militar que, algunos años antes, estuvo destinado en la capital tarraconense.

En 1969, se encontraba al mando del entonces Regimiento de Infantería Badajoz n.º 26, de guarnición en Tarragona y con sede en el mismo lugar que hoy ocupa la Universitat Rovira i Virgili, en la Avinguda de Catalunya, de la capital tarraconense, el entonces coronel Manuel de la Torre Pascual, de elevada estatura y porte elegante que, todas las mañanas, llegaba puntualmente al acuartelamiento a bordo de su coche oficial, un Seat 600 de color negro, conducido por un soldado, designado por la Unidad de Servicios como conductor.

Conocí al coronel De la Torre Pascual y estuve a sus órdenes cuando me destinaron, como oficial de complemento, a la Tercera Compañía del Regimiento citado. Era hombre sumamente afable y dialogante y, pese a que disponía de residencia en el propio acuartelamiento, prefirió residir en un chalet ubicado en una urbanización próxima a la capital. Recuerdo que cuando finalicé mi actividad en el Regimiento, en diciembre de 1969, en una ceremonia de despedida, me impuso solemnemente, ante los jefes y oficiales, la distinción del Regimiento, que todavía hoy conservo.

Luego, pasaron los años y el Diario Oficial del Ejército del 29 de diciembre de 1977 publicó su ascenso, promovido por el entonces Ministro de Defensa, Manuel Gutiérrez Mellado, a Teniente General, siendo nombrado posteriormente Capitán General de Baleares. Y ocupando ese destino tuvieron lugar los acontecimientos del 23F.

Es interesante remitirnos al testimonio que Antonio Miralles y Julián Delgado presentaron en 2012, como coautores, en el libro El golpe de Estado del 23F en Baleares. Ambos aseguran que la Capitanía General de Baleares estuvo dispuesta a incorporarse al golpe de Estado del 23F. Los coautores eran, entonces, militares y vivieron, en vivo y en directo, los avatares de aquélla jornada desde sus respectivos puestos.

El libro aporta con rigor, tal y como destaca Julián Delgado, datos precisos sobre cómo se vivió la intentona golpista del teniente coronel Antonio Tejero Molina, en la cúpula militar de las Islas, la cual dirigía el capitán general Manuel de la Torre Pascual. Respecto al grado de implicación, la investigación de Miralles y Delgado apunta que se hizo un bando y se estuvo en contacto con el teniente general Jaime Milans del Bosch, según indica Julián Delgado, el cual advierte que desde Capitanía General se hicieron todos los preparativos para secundar la asonada.

Uno de los aspectos más desconocidos de aquel episodio en Baleares fue el papel que jugó el segundo nivel del mando militar, en la Capitanía General de Baleares, en especial el que realizaron los entonces teniente coronel Ricardo Ramos y el comandante Herrero, entonces en el Estado Mayor de Capitanía, que hicieron todo lo posible para retrasar las órdenes que recibían de sus superiores y ajustarse al máximo a la legalidad constitucional.

Ambos oficiales redactaron un completo informe de lo sucedido aquellas horas en la Capitanía General, que remitieron al teniente general Gutiérrez Mellado. El 23F no tuvo ninguna repercusión directa en la estructura del mando militar en Baleares, aunque a los pocos meses el teniente general De la Torre fue sustituido, en diciembre de 1981, por el teniente general mallorquín Antonio Pascual Galmés, capitán general de Catalunya durante la asonada y que pasó a sustituir en Valencia a Milans del Bosch.

Resulta interesante la respuesta de Manuel de la Torre, amigo personal de Pedro Mas Oliver, teniente coronel ayudante de campo de Milans del Bosch, al Presidente del entonces ente balear preautonómico, Jerónimo Alberti: «Estamos atentos, pero tranquilos, aunque dispuestos a sacar las tropas a la calle, si la situación lo requiere».

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