Sufrir una depresión o ansiedad aumenta el riesgo

Los factores que más contribuyen a este aislamiento involuntario son los trastornos psicológicos, el ‘bullying’ y la pobreza

17 febrero 2024 06:15 | Actualizado a 17 febrero 2024 06:30
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Las razones para acabar atrapado en este retiro involuntario y peligroso para la salud son múltiples y muchas veces mezcla de factores dispares. El elemento más presente entre quienes sufren soledad involuntaria es el padecimiento de trastornos psicológicos, que multiplica hasta por dos y medio la posibilidad de caer en este mal. Sufrir ansiedad o depresión, baja autoestima o ideaciones suicidas aumenta el riesgo entre el 80% y el 90%. De hecho, la mitad de quienes están solos han pensado en quitarse la vida.

Otros factores que contribuyen a esta situación son las dificultades para llegar a final de mes, la discapacidad y otros problemas graves de salud o el ser o haber sido víctima de ‘bullying’. Con un riesgo similar, pero algo más bajo está ser homosexual, bisexual o trans discriminado por su orientación. También son factores que empujan al aislamiento el desempleo, el fracaso escolar y el abandono temprano de los estudios.

La investigación revela que sufren más aislamiento no deseado los jóvenes emancipados, vivan solos o compartan piso, que los veinteañeros que siguen en la habitación de la casa de sus padres. Lo mismo ocurre con tener personas que te puedan ayudar cuando sufres un problema grave, algo que no te libra de terminar inmerso en la soledad. El lugar donde se reside cuenta. Las zonas rurales y las metrópolis, como Madrid o Barcelona, tienen menos casos de soledad no deseada que las urbes pequeñas o medianas, las que van de los 50.000 al medio millón de habitantes, entre las que se hallan Tarragona o Reus.

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