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El Ayuntamiento de Reus, mediante su departamento de Serveis Socials, y la Fiscalía de Menores tienen conocimiento desde esta semana de un posible caso de menor desamparado en la ciudad.
El caso se conocía el día de Reyes por la noche, cuando el ruido molesto en un piso de la zona centro provocaba una llamada a la Guàrdia Urbana. El vecino que se quejaba exponía exceso de ruido en un piso donde no habría ningún adulto.
La patrulla de la Guàrdia Urbana se personó en el edificio y en el piso donde había el exceso de ruido. En él había tres niñas de 11, 12 y 13 años. Las dos primeras amigas de la mayor, que era la que vive en este piso supuestamente con su padre y su hermana mayor de 25.
En el momento de la llegada de los agentes, la hermana mayor estaba ausente con su pareja, por lo que en el piso sólo había tres menores de edad. Tras contactar con ella, los agentes se percataron de que la madre de la niña está fuera de la ciudad y que el padre se ha desentendido de las dos hijas.
La hermana mayor, además, confesó que empezaba a estar al límite de cuidar a su hermana pequeña y que no quería seguir teniendo la custodia.
Ante el panorama complicado, los agentes confeccionaron diligencias informativas y avisaron del delicado caso tanto a la Fiscalía de Menores como a Serveis Socials, que ya se han puesto en el caso.
Las dos amigas de 11 y 12 años habían ido a pasar la noche allí aprovechando que era festividad de Reyes y al día siguiente no había escuela.
