A vueltas con la de la calle Fortuny

El Ayuntamiento quiere que la Generalitat traslade su biblioteca a la Tabacalera para usar el edificio como espacio bibliográfico del centro

19 mayo 2017 16:54 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:07
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El paso hacia adelante que quiere dar la ciudad de Tarragona en bibliotecas depende del futuro del espacio situado entre las calles Fortuny y Gasòmetre desde el año 1962. Según el Pla d’Equipaments Culturals elaborado por la Generalitat en el año 2010, la previsión es que el espacio se traslade a la Tabacalera, donde contaría con un emplazamiento de 5.600 metros cuadrados que ocuparía dos almacenes de la antigua fábrica de tabacos.

De hecho, ésta es también la voluntad del Consistorio, que insiste al Govern para que invierta los 6,3 millones previstos en el plan que la administración autonómica realizó hace seis años, con el Tripartit y José Montilla (PSC) al mando. «La propia Generalitat nos ha dicho que el espacio le ha quedado muy pequeño. Por esto reiteramos la opción de la Tabacalera, ya que de esta forma el equipamiento no sería sólo la instalación central de la ciudad, sino de toda la demarcación», explica el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Prats (Unió).


Freno por la crisis
Sin embargo, la crisis económica frenó los planes plasmados en el papel, por lo que el esperado traslado está en la agenda, aunque sine die. Ante esta situación, recientemente la asociación La Veïnal ha iniciado una recogida de firmas para que el Ayuntamiento de Tarragona adquiera «el edificio vacío de la calle Cervantes número 8 y el solar abandonado que va de la calle Unió número 43 a Fortuny 28, de 800 metros cuadrados», según se indica en el texto que se adjunta para la realizar la estampa de los partidarios de esta operación.

De esta forma, a juicio de la asociación vecinal, «se podría unir la actual biblioteca con el edificio de Cervantes mediante un puente de unos 20 metros de anchura, construido a la altura del primer piso de la biblioteca y de dos pisos de altura». Según los residentes de la zona, «este espacio sería la superficie útil de la nueva biblioteca», ya que «el solar quedaría sin edificar porque tiene ruinas romanas y sería una zona con jardín para poder vistar y pasear». En el documento, la entidad pone de relieve que «esta ampliación daría a la biblioteca las dimensiones que merece y, asimismo, mejoraría con una zona verde y un edificio espectacular, ya que actualmente es una zona abandonada y transitada del centro de la ciudad».

Desde la Associació de Veïns Tarragona Centre, su presidenta –Núria Sabat– reitera la «necesidad de ampliar la actual red de bibliotecas en el centro, si bien reitera la «complejidad» que supondría adquirir los edificios colindantes.


Espera municipal
El concejal de Cultura, sin embargo, recuerda que «la propiedad del edificio de la Biblioteca es estatal, mientras que la gestión es de la Generalitat», porlo que para poder realizar alguna operación de este tipo, antes es necesario que el Govern traslade su equipamiento a la Tabacalera, ya que «lógicamente sería absurdo que compráramos algún espacio para un recinto que ni es nuestro ni gestionamos».

Prats remarca que, una vez el Govern haya dejado el inmueble situado entre las calles Fortuny y Gasòmetre, «ese espacio nos gustaría que se destinara para un centro cívico, con una biblioteca para el centro de la ciudad». Pese a ello, el concejal reconoce que se trata de un plan «a medio plazo» que «difícilmente podrá ver la luz durante este mismo mandato».

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