El preventorio de la Savinosa vuelve a tener proyecto. Este se daba a conocer durante el día de ayer, cuando en la Diputació de Tarragona se escenificó el acuerdo para convertir este espacio en un hub cultural y educativo, abierto a la ciudadanía, con vocación de convertir este entorno privilegiado en un referente para el conjunto de la Catalunya sur y en el ámbito internacional. La actuación es «ambiciosa» y de larga mirada, teniendo en cuenta que el inicio de las obras no está previsto hasta 2030.
La presidenta de la Diputació de Tarragona, Noemí Llauradó, destacó el «cambio de paradigma» de un proyecto que tiene como principal objetivo el «uso público» de la finca y que esta esté «al servicio de la ciudadanía». Esto representa un giro de 180 grados, respecto a la anterior propuesta, cuando se preveía la construcción de un hotel y el uso de restauración.
Esta hoja de ruta prevé convertir el antiguo preventorio en un hábitat para la creación cultural, que facilite las interralaciones físicas con residencias para los artistas y que contribuya a crear un valor social y cultural, en un espacio único delante del mar. Para ello se prevé la recuperación y mantenimiento de las instalaciones, que están catalogadas como Bien Cultural de Interés Local (BCIL), y que están en desuso desde 1976.
En su conjunto, el complejo arquitectónico suma una superficie de 10.000 metros cuadrados, que se ampliarán con la creación de nuevos espacios hasta llegar a los 22.765 metros cuadrados construidos sobre rasante.
En el interior de la finca se ubicarán servicios de carácter permanente y otras programaciones temporales. Entre estos primeros destaca la ubicación de la Escola d’Art i Disseny y de la Escola i Conservatori de Música de la Diputació, que se trasladarán de sus sedes respectivas para ganar espacio en la nueva ubicación. Asimismo, también está previsto un centro de recursos para la cultura y la creatividad; una oficina de asesoramiento para el impulso de la creatividad y la cultura (dirigida a los creadores, agentes culturales, entidades, ayuntamientos y empresas); y un coworking para las empresas de diseño, tecnología, cultura o educación. Los servicios administrativos del Servei d’Assistència al Ciutadà de la Diputació también se trasladarán en este entorno, que contará con un espacio para la restauración en el aire libre y en el interior.
En cuanto a los servicios en programación, estos son los que deberán servir para dinamizar las instalaciones. Y, en este sentido, la nueva Savinosa contará con un auditorio para representaciones de teatro, conciertos y danza con capacidad por entre 700 y 800 butacas y que contará con un escenario para orquesta sinfónica. También se acondicionará un espacio escénico y musical interior, para funciones pedagógicas y de pequeño formato, con capacidad para 400 personas, además de un escenario natural al aire libre, de carácter polivalente. Finalmente, la propuesta también habla de dos ágoras exteriores, también de uso polivalente; de un laboratorio para residencias de creación y una sala expositiva diáfana.
Más allá de los equipamientos culturales, la recuperación de la finca de la Savinosa también busca mejorar las comunicaciones entre la playa de la Arrabassada y de la Savinosa. En este sentido, se habilitará un camino de ronda de 750 metros de longitud, que discurrirá por el interior de esta propiedad, sin afectar al dominio público marítimo. Esta parte del proyecto la asumirá el Estado, a través de la Dirección General de Costas, y es la que se activará en una primera fase.
Primera fase, el camino de ronda
Según el calendario, a partir del año que viene se redactará el proyecto, con el objetivo de que «entre 2023 y 2024» este pueda entrar en servicio. Previamente, la Diputació y el Estado deberán firmar un convenio para la cesión de los terrenos, que permitirá impulsar esta parte del proyecto, de manera que cuando este entre en servicio sea el Ayuntamiento de Tarragona el que deberá asumir la limpieza y mantenimiento.
En paralelo a la redacción y ejecución del camino de ronda, durante el año que viene está previsto que se redacte y tramite el Pla Especial de Concresió d’Usos de la finca, que deberá entrar en los detalles del proyecto que se daba a conocer ayer. Esta parte irá a cargo de la propia Diputació de Tarragona con el Ayuntamiento, aunque en última instancia, la aprobación definitiva irá a cargo de la Generalitat de Catalunya. Sobre el cronograma, Llauradó explicó que este plan estará «acabado en 2023». Y será a partir de este documento, cuando se apuntó que empezarán a explorarse vías de cofinanciación para que este proyecto no se quede en un cajón, más allá de los recursos propios que pueda aportar la Diputació.
Durante la presentación no se entró en detalles sobre el volumen de la inversión del proyecto y Llauradó habló de «decenas de millones de euros». Pese a ello, según ha podido saber el Diari los primeros cálculos sitúan esta cifra en 49,8 millones de euros, cantidad que incluye tanto las instalaciones para la nueva Escola d’Art i Disseny (6,8 millones), como el nuevo Conservatori (4,6 millones), además del auditorio con 800 butacas (7,1 millones).
La presidenta del ente supramunicipal detalló que el proyecto se abordará por fases y situó en 2030 «el plazo razonable para el inicio de las obras». Durante este periodo explicó que deberán tramitarse los proyectos y buscar los recursos, más allá de que la Diputació tiene previsto seguir adelante con inversiones que posteriormente resultarán afectadas, como es la ampliación del conservatorio.
Llauradó compareció acompañada por el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, además del delegado del Govern, Àngel Xifré, y el subdelegado del Gobierno, Joan Sabaté, dando una imagen de unidad de las cuatro administraciones que jugarán un papel protagonista en el proyecto. Según la presidenta de la Diputació, esta unidad «es la base sólida» del compromiso para que este proyecto definitivamente siga adelante. Asimismo, apuntó que ahora mismo «los trámites administrativos son más fáciles», ya que no tendrá que hacerse un cambio de usos en el planeamiento.
El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà, valoró que la presentación de este acuerdo «resuelve un problema de ciudad». El máximo responsable municipal defendió que es un proyecto que «piensa en grande» y que «la ambición va más allá de la ciudad de Tarragona». En cuanto a los plazos, este apuntó que se han planteado «desde el realismo».
Por su parte, Sabaté aseguró que «este era una asignatura pendiente», mientras que Xifré se comprometió a «intentar que todos los trámites puedan hacerse de forma eficiente por tal que sea una realidad».
Los partidos políticos apoyan el proyecto que se presentó ayer a excepción de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP), que lamentaba la construcción de edificios en la zona de la cuesta cuando «hace tiempo que estamos advirtiendo que lo que hace falta es quitar hormigón». La concejal del grupo municipal de Tarragona, Eva Miguel, ponía en valor que haya un nuevo equipamiento público «aunque no a cuesta de trinchar el entorno natural y el paisaje de la Anella Verda-Blava tarraconense». Por este motivo, instaba a la Diputació a replantear el proyecto.
Por su parte, Ecologistes en Acció de Tarragona i l’Ebre denunció que el nuevo proyecto comportará «más cemento y edificios en la primera línea de mar» y la «destrucción del paisaje litoral tarraconense».
