El impuesto de basuras en Creixell se triplicará pronto si los vecinos no reciclan correctamente

Los vecinos de Creixell tienen un problema. Y es grave. Alerta de esta situación su alcalde, Jordi Llopart, que se muestra muy preocupado por el reciclaje en su municipio. «Somos el pueblo que peor recicla de toda Catalunya. Así nos lo han comunicado, a la vez que nos han alertado de que, si la situación no cambia de cara al mes de marzo, nos enfrentamos a sanciones graves por parte de la Agència de Residus de Catalunya».

Así de tajante lo explica un Llopart que lamenta que «estas sanciones, lamentablemente y a nuestro pesar, tendrán que revertir en el impuesto de basuras de nuestros vecinos. Por ejemplo, una persona que pague 120 euros en el impuesto de basuras, podrá pasar a abonar más de 300, con lo que se podría triplicar su coste, y esto revertirá a todos los vecinos por igual». No hay tutía: o cada bolsa va a su contenedor, o los maltrechos bolsillos de los ciudadanos acabarán todavía peor parados.

Se ha llegado a este punto por varios motivos. Por una parte, hasta hace pocas semanas no se habían podido instalar las nuevas islas de contenedores para poder separar todos los tipos de deshechos. Dichos grupos de contenedores estaban comprados, pero tuvieron que ser almacenados en el campo municipal de fútbol hasta que pudieron disponer de un camión de recogida en condiciones. «Tardamos más de dos años en obtener este camión, ya que por culpa del coronavirus no nos lo pudieron servir», lamenta Jaime Serret, concejal de Comercio y Servicios de Creixell.

La recogida de basura está adjudicada desde hace más de dos años al Consell Comarcal del Tarragonès quien, a su vez, contrata a FCC Medioambiente S.A. para dicha acción. La llegada de la pandemia lo retrasó todo e impidió que los vecinos pudiesen reciclar como en pueblos vecinos, donde ya estaba implantado dicho sistema.

Basura por el suelo

El otro gran problema es el incivismo de algunos vecinos, que dejan las bolsas de basura fuera de los contenedores, tanto de los nuevos como de los antiguos. «Para resolver este problema, al final tendremos que ponernos guantes y mascarilla e ir abriendo las bolsas para encontrar algún recibo, una carta o alguna manera de identificar a los incívicos», avisa el alcalde.

Dentro de este grupo de personas que dejan las bolsas de basura fuera de los contenedores están los que las depositan justo delante de los mismos, aunque estos estén vacíos, y las que lo hacen en medio de la calle. No sorprende pasear por el municipio a cualquier hora del día y, en plena calle, observar bolsas de basura, sobre todo encima de las aceras. Hay un motivo y el alcalde lo explica: «Hay quien no está de acuerdo con la ubicación de los nuevos contenedores y prefiere tirar las bolsas precisamente en el lugar donde estaban los antiguos contenedores, a modo de protesta».