Tendrán que recalcular el pago a la usufructuaria del chalet de Pedrol Rius en Salou

Nuevo capítulo en el culebrón por la expropiación del chalet de Pedrol Rius, en Cap Salou. El convenio de expropiación, firmado en 2016, fijaba el pago por parte del Ayuntamiento de Salou de un 9% del total de la indemnización –unos 850.000 euros– a la usufructuaria que designó el reconocido abogado reusense en su herencia. La otra cantidad se la repartían a partes iguales entre sus herederos, que eran el Ayuntamiento de Reus y el Colegio de Abogados de Madrid. Sin embargo, la usufructuaria nunca aceptó esta cuantía y ahora la justicia ha confirmado que se tendrá que recalcular un nuevo valor para el usufruto del chalet que se demolió en 2017.

Y es que ya había una sentencia del año 2020 que le daba la razón, en parte, pero que ella recurrió. Ahora, el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya ha desestimado el recurso de apelación que interpuso, donde reclamaba la nulidad total del convenio expropiatorio, y ha confirmado íntegramente la sentencia dictada en 2020 por el Juzgado Contencioso Administrativo de Tarragona. Aquel fallo estimaba parcialmente sus demandas y ordenaba la retroacción de todas las actuaciones expropiatorias al momento de la fijación del justiprecio, anulando el pago del 9% del importe que establecieron las partes sin la intervención de la usufructuaria.

En este sentido, la sentencia del 2020 exponía que «el convenio por el que se fija el precio del bien no tiene como parte a una de las titulares de derechos, la recurrente, y por lo tanto respecto de ella no se ha respetado la debida fijación del justiprecio». Es por ello que consideraba la anulación de la cantidad del 9% sobre el importe total que pagó el Ayuntamiento de Salou.

No se anula el convenio

Por el contrario, el TSJCat desestima nuevamente cualquier petición de nulidad de la expropiación, ya que considera que el documento que firmaron en su día los dos ayuntamientos y el colegio de abogados «en modo alguno puede afectar a terceros no subscribientes del convenio». En este sentido, expone que «aunque la parte recurrente sigue insistiendo en que el convenio de autos es nulo al haberse seguido el procedimiento solo con los nudopropietarios y no con la usufructuaria, ese planteamiento es inasumible».

Asimismo, el fallo contempla que en casos de expropiación como éste «la determinación del justiprecio caso de que no haya acuerdo entre las partes escapa totalmente de la esfera expropiante, expropiado y, en su caso, beneficiario de la expropiación» y alega que es un Jurado de Expropiación el que debe determinar la indemnización a percibir por cada parte, tal y como establece la Ley de Expropiación Forzosa.

Una herencia compartida

Al morir, en 1992, el abogado Antoni Pedrol Rius legó su propiedad al Ayuntamiento de Reus, su ciudad natal, y al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, del que fue decano desde 1974. En su herencia, además, dejó como usufructuaria del chalet de Cala Morisca a la que fuera su secretaria. 25 años después de su muerte, y tras muchos años de abandono, el Ayuntamiento de Salou inició los trámites para la expropiación de la finca, que se cerró con un convenvio firmado a tres partes con el consistorio reusense y el colegio de abogados, que establecía un coste final de unos 850.000 euros.

La secretaria de Pedrol Rius ya presentó en 2017 un recurso de reposición al convencio expropiatorio del chalet que el Ayuntamiento de Salou desestimó íntegramente. Posteriormente, la usufructuaria recurrió al Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Tarragona, que en 2020 dictó que se debía recalcular la indemnización que le tocaba percibir. Tras ello, volvió a recurrir ante el TSJCat, que ahora ha confirmado la última sentencia.

Cinco años de la recuperación del entorno natural de Cala Morisca

El chalet de Pedrol Rius se había convertido en un punto negro del privilegiado paisaje de Cap Salou. Después de más de dos décadas de abandono, el Ayuntamiento cerraba en diciembre de 2016 la expropiación del recinto, con una superficie de unos 9.200 metros cuadrados. El inmueble, erigido en un acantilado sobre Cala Crancs, había sufrido saqueos continuos y se encontraba en un avanzado estado de degradación. En mayo de 2017, el chalet ya era historia. La demolición del edificio supuso abrir un nuevo espacio de uso público en el corazón del Camí de Ronda que se habilitó y se completó en el 2018 con la inauguración del mirador de Cala Morisca.