A quién dedicaron el recinto de culto de Tarraco sigue siendo una pregunta sin respuesta empírica. Las excavaciones, aún vigentes en el sector noroeste del claustro de la Catedral, siguen aportando pistas de cómo fue este edificio, pero no hay pruebas que sostengan en honor a qué emperador fue levantado.
De la mano del Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC) y del propio Museu Bíblic, ayer se difundieron los resultados preliminares de los trabajos iniciados el 3 de septiembre y que hoy todavía están abiertos. La excavación propiamente está terminada, pero falta analizar los restos encontrados y documentar los materiales hallados en esta estancia de la Catedral.
A día de hoy, explican los arqueólogos Imma Teixell, Josep M.Macias y Andreu Muñoz, «se puede constatar que la exedra tenía forma semicircular (ver imagen principal) en las caras interna y externa con una superficie de 25 metros cuadrados».
La forma permite comparar su arquitectura con la propia Roma. El conjunto del recinto de culto de Tarraco recuerda al del Forum Pacis –emperador Vespasiano–. Además, la hipótesis principal que aportan estos resultados preliminares señala que su cubierta tendría forma de un cuarto de esfera.
La exedra sería una construcción destinada al culto a la familia imperial, «no necesariamente al emperador al que se dedicó el templo, sino podría ser un antepasado del mismo o una divinidad», subraya Inma Teixell. Sin embargo, la exedra fue desmantelada en época tardorromana y se aprovecharon los materiales, sobre todo el mármol de Carrara y los sillares extraídos de la cantera del Mèdol.
Más tarde, en época medieval, el recinto fue eliminado y el espacio se habilitó como dependencia canónical de la Catedral, lo que provocó que los cimientos de la exedra quedaran enterrados.
Las conclusiones preliminares de esta excavación del ICAC y del Museu Bíblic, con la colaboración del Departament de Cultura, permiten dar mayor concreción a la forma del templo de culto de la sede del Concilium Provinciae Hispaniae Citeriores. De hecho, parece que habría otra exedra semicircular en la calle de les Coques –en Casa Elies– y otras dos de planta rectangular en el Museu Bíblic y el Claustre, de forma que delimitaría los diferentes extremos del recinto de culto de la provincia.
La intención de todas las partes es museizar la excavación y potenciarla en futuras ediciones de Tàrraco Viva.